Proceso de duelo

El proceso de duelo o de pérdida es un proceso de adaptación emocional que hacemos cuando perdemos algo significativo y esencial en nuestra vida. Es un proceso profundamente personal e íntimo, pero a su vez tiene unas características parecidas para tod@s, que es lo que llamamos fases del duelo.

Mi papel como psicoterapeuta es estar presente y acompañarte en este camino. Recorrer contigo las etapas del duelo, permitiéndote sentir todas las emociones, ayudándote a tomar conciencia y a hacer una tarea reparativa de la experiencia vivida.

Tú decides como quieres vivir ese proceso de pérdida,
el tiempo que necesitas para quedarte en cada etapa
y lo que significa para ti haberlo elaborado y sanado.

Cita de Psicoterapia Online

Tengo mi consulta de psicología en Alcalá de Henares o si lo prefieres podemos concertar una sesión de psicoterapia online.

¿Qué es un Duelo?

¿Qué es
un Duelo?

El duelo es un proceso normal y necesario de adaptación a una pérdida. A menudo lo asociamos a la pérdida de un ser querido, de alguien importante para nosotros, sin embargo, una pérdida no es solo eso.

Hay muchos tipos de duelo

Un duelo lo experimentamos cuando nos cambiamos de ciudad y la persona tiene que separarse de muchas personas que deja allí, de sus cosas y de sus recuerdos. Cuando nos diagnostican una enfermedad importante y tenemos que despedirnos de esa antigua identidad en la que la persona estaba sana. En las rupturas amorosas y divorcios cuando tenemos que aceptar que esa persona ya no sigue en nuestra vida y tenemos que seguir haciendo nuestra vida sin ella. Cuando recibimos una noticia de infertilidad y tenemos que despedirnos del proyecto de tener un hijo por vías naturales y aceptar tenerlo por otras vías.

Cuando nos llevamos una decepción significativa, tenemos que elaborar que esa persona no era como pensábamos y tenemos que reestructurar la relación con ella o irnos. Y así seguiría enumerando muchas situaciones más que he vivido yo y que me han ido contando las personas que han ido pasando por mi consulta a lo largo de estos años.

En definitiva, el duelo es un proceso que nos toca a todos y a cada uno de nosotros.

Es muy importante trabajarlo y acompañarlo en terapia, porque es una de las situaciones que nos puede dejar anclados en una etapa, sin que la persona pueda ser feliz y seguir con su vida.

¿Cuáles son las Fases del duelo?

El duelo es un proceso individual y único. Cada persona lo vive de una forma distinta, de hecho, cuando lo experimentas tienes la sensación de que solo tú sabes cómo lo estás sintiendo y cómo lo estás viviendo. Pero a la vez es un proceso universal, que tiene unas características parecidas para todos nosotros y cuando las compartimos con otros nos damos cuenta de que todos tenemos unas emociones, sensaciones y vivencias parecidas en los procesos de pérdida.

Estas características comunes es lo que llamamos fases o etapas del duelo. Han sido muy estudiadas a lo largo de los años y cada autor ha ido aportando sus matices. Hay autores que han hablado de cinco fases del duelo y otros de siete fases del duelo. Son las mismas en una ruptura de pareja, en la muerte de un ser querido, en un cambio de trabajo… en cualquier situación de la vida que requiera una adaptación a una pérdida, un proceso de luto.

Hay muchos tipos de duelo y todos ellos requieren transitar el mismo camino. Yo voy a ir contando las fases desde la perspectiva que para mí tiene más sentido. Pero esto no son matemáticas, hay otros recorridos igual de válidos. Además, me gustaría que tuvieras en cuenta que, aunque lo dividimos en etapas para facilitar su explicación y entendimiento, esto es una construcción mental que hacemos. Muchas veces no se vive alguna etapa, no se viven exactamente en ese orden, o vivimos varias etapas al mismo tiempo.

Es un proceso humano y como todo proceso humano
se vive de una forma a veces impredecible y única.

Las etapas del duelo son las siguientes:

1

Fase de shock o trauma

En esta etapa del duelo es cuando recibes la información de esa situación vital a la que tienes que adaptarte. Es cuando te llaman para decirte que ha muerto tu ser querido, cuando tu jefe te comunica tu despido, cuando tu pareja te cuenta que quiere separarte de ti, cuando se muere el animal que es tu compañero de vida, cuando te dicen que has tenido un aborto…

No entiendes lo que te pasa, no puedes procesar tantas emociones tan intensas y te quedas paralizad@ en todos los sentidos. No puedes asumir lo que ha ocurrido y esa paralización te permite darte un tiempo para hacerlo. La intensidad de esta etapa depende de la carga traumática de la pérdida.

Generalmente las más traumáticas tienen que ver con la muerte de seres queridos y hay algunas circunstancias que las agravan como: que sea una muerte súbita, que esté acompañada de una historia anterior de mucho sufrimiento, la falta de apoyo en el momento de la muerte, el sufrimiento que haya vivido la persona antes de morir, … Todo ello hace que la dimensión del shock sea mayor.

2

Fase de negación
y protección del dolor

En esta fase del duelo es cuando te resistes a aceptar lo que ha ocurrido y buscas mecanismos para no sentir ese dolor. Puede ser que busques información para refutar lo que te han dado sobre una enfermedad, que no veas objetos que te recuerden al ser querido que no está, que ocupes mucho tu tiempo para conectarte con el sufrimiento…

Entras en un dialogo interno y externo para convencerte de que no ha ocurrido. Intentas no recordar para sobrevivir. Es una fase adaptativa, necesitas inhibir esa cantidad de dolor para seguir funcionando en la vida.

3

Fase del enfado y rabia

En esta etapa del duelo estás muy enfadado y puede haber explosiones de rabia muy fuertes hacia ti mismo o hacia otras personas. La rabia es una emoción que tapa la tristeza profunda que hay debajo. Empiezas a sentir rabia como una resistencia a vivir ese dolor, la rabia es una emoción que empodera y da mucha fuerza.

Nos ayuda a accionarnos para tratar de volver a la situación anterior a la pérdida. Es como si necesitáramos hacer la última cosa, antes de conectarnos con la tristeza y el sufrimiento.

4

Fase de desesperación y resignación

Poco a poco empiezas a acercarte a tus recuerdos y empiezas a conectarte con el dolor. Vives sentimientos de tristeza muy profundos, de dolor, falta de esperanza, te desconectas de tus actividades diarias, no puedes trabajar ni cuidar de tus hij@s,.. No puedes seguir con tu vida de forma normal porque estás inundada de ese dolor.

Aquí afloran otros miedos más profundos como el miedo al abandono, a la soledad, a la muerte, a no ser válid@ para otro trabajo, a no ser querid@ por otra persona, …

Se produce un agotamiento emocional. Llega un momento en que te sientes cansad@ emocional y físicamente, de sufrir y de resistirte a hacerlo, te derrumbas y te sientes vencid@ por la situación y es en este momento cuando empiezas a aceptar la situación y entras en la siguiente fase del duelo.

5

Fase de aceptación

En esta etapa del duelo empiezas a aceptar la pérdida. Eres capaz de recordar los aspectos positivos y también los negativos, y empiezas poco a poco a seguir con tu vida. En el caso de muerte de seres queridos no se trata de olvidar a la persona, sino de decirle adiós a una parte suya que ya no está.

Hay una incorporación a las actividades de la vida cotidiana, tienes momentos de sonreír y volver a disfrutar, te empiezan a hacer ilusión algunas cosas…

6

Fase de construcción y transformación

Después de un proceso de duelo experimentas muchos cambios importantes en tu vida, en tu identidad, en tu manera de relacionarte con los demás, en tus valores. En esos momentos sientes la oscuridad más absoluta de ese dolor y puedes conectarte realmente con quién eres de verdad.

Por eso es muy importante hacer un proceso de descubrimiento y de organización de quién eres y del contexto de tu vida, porque también se habrán producido cambios importantes en él. Esta etapa del duelo es una oportunidad para evolucionar y para crecer.

¿Qué es el duelo patológico o complicado?

El duelo es un proceso natural y generalmente no patológico. Es sano en sí mismo, tendemos a ir atravesando las etapas del duelo de forma natural hasta llegar a la aceptación y resolución.

Pero hay situaciones en las que la persona se queda atrapada, en alguna de las etapas sin poder avanzar en el proceso, produciéndose un duelo patológico. Algunos síntomas de no superar el duelo son los siguientes:

Conductas de riesgo

También puede ser que la persona lleve a cabo conductas de riesgo para mitigar el dolor, como puede ser el consumo de alcohol, el abuso de sustancias, ponerse en peligro físico…

A esto le llamamos en psicología duelo complicado porque, aunque puede ayudar y aliviar puntualmente a la persona, complica mucho el proceso de duelo.

Bloqueo en la
fase de enfado y rabia

La persona se queda durante mucho tiempo instalada en la rabia, en la búsqueda de culpables y con deseos y fantasías de venganza. La rabia es una emoción muy poderosa, como hacia afuera. Nos resulta más sencillo seguir enfadados que conectarnos con el dolor y el sufrimiento. La rabia parece que te empodera y el dolor te hace vulnerable.

Bloqueo en la fase de desesperación y resignación

La persona se queda anclada en el dolor emocional durante mucho tiempo, tiene episodios de llanto muy frecuentes, es incapaz de incorporarse a las actividades de la vida cotidiana, no puede dejar de pensar en lo ocurrido, no tiene energía vital ni motivación para hacer nada…

Sentimientos de culpa muy intensos e incapacitantes

Sentimientos de culpa incapacitantes. La persona no acepta, no se permite o no transciende la emoción de la culpa, quedándose instalada en sentimientos de culpa muy intensos, que le incapacitan y le impiden avanzar en el proceso de duelo.

Bloqueo en la fase de negación

La persona se resiste a aceptar lo que ha ocurrido y utiliza mecanismos de evitación, negación o incluso disociación, para protegerse del dolor durante un periodo muy largo de tiempo. No se permite conectar con el dolor emocional.

¿Cómo superar el duelo?
¿Cómo puedo ayudarte en un proceso de pérdida?

Una de las cosas que más os preocupan cuando acudís a mi consulta es cómo superar el duelo. Mi papel como psicoterapeuta en situaciones de duelo es sobre todo acompañarte y estar presente. Es ir recorriendo junt@s estas etapas, dejando que sientas todas las emociones, sin aliviarlas ni negarlas.

Mantenerme contigo siendo
testigo de lo que vas viviendo, ayudándote a tomar consciencia.

Ayudarte a hacer una tarea reparativa de esas experiencias vividas. Eres tú quien decide cómo quieres vivir ese proceso de pérdida, de ruptura, de cambio…, el ritmo que necesitas y que significa para ti elaborarlo. Algunos temas importantes que abordar en el trabajo terapéutico son los siguientes:

1

Respeto del tiempo y del propio proceso
personal en el desarrollo del proceso de duelo

Quiero hacer hincapié en el tema del tiempo. Aunque he relatado las fases ordenadas en un proceso de tiempo, es muy importante respetar el ritmo de la persona, el tiempo que cada uno está en cada etapa. Tienes el derecho de permanecer en cada una de ellas lo que necesites, aunque no sea lo que la gente espera. Siéntete con libertad para volver a etapas anteriores, pasa revisar alguna cosa que te quedó pendiente. A lo mejor…

Ahora sí que es el momento de verlo, escucharlo y elaborarlo.
Yo estaré ahí para recordártelo.

Además, es importante revisar la idea que está en nuestra mente de que el tiempo lo cura todo. No es cierto que el tiempo lo cura todo, necesitamos hacer el proceso para elaborar y para curar. Me he encontrado muchas personas que llegan a la consulta porque no se sienten bien o no son felices, o con problemas físicos y al revisar la historia de vida vemos que hay duelos bloqueados o sin resolver. El tiempo muchas veces agrava las cosas.

Estrategias para negar el dolor y
falsas creencias sobre el duelo

2

Es un buen momento para reconocer y abordar los mecanismos que has aprendido desde niñ@, para no afrontar la tristeza y el sufrimiento y también para revisar las falsas creencias que tienes sobre la pérdida.

Desde que somos pequeños vamos aprendiendo mecanismos para no enfrentarnos con el dolor, para no sufrir. Cada persona tiene los suyos y durante este proceso que atravesamos, vemos como en un espejo nuestras máscaras y nuestras protecciones que, aunque en un momento pudieron ayudarnos, dificultan mucho los duelos y nos impiden ser quien somos.

El duelo es una oportunidad de encontrarte, de conocerte, de descubrir lo que no eres

También de crear una escala de valores mucho más cercana a lo que tu realmente eres. A veces nos encontramos que la persona ha incorporado creencias erróneas sobre el duelo, de las que no es consciente y que le están limitando la resolución y por lo tanto la vida. Es un buen momento para escucharlas, para revisar si te sirven y para buscar otras más adaptativas. Puedes tener ideas como que el dolor es mejor vivirlo en soledad, que si no expresas y no hablas de las cosas que te preocupan éstas dejan de existir, que es de valientes no sentir y no pedir ayuda, …

3

Reconstrucción de la propia identidad
tras el proceso de pérdida

Tras un proceso de duelo experimentas grandes cambios en tu vida, en tu identidad personal, en tu relación con los otros, en tu escala de valores. Es un momento para escucharte y reconocer quién eres, para encontrar tus grandes fortalezas y dones. Para reconectarte con esa capacidad de resiliencia que tienes y para reorganizar e integrar dentro de ti todos los recursos internos que has ido creando, para adaptarte a cada etapa del duelo.

Es la oportunidad de volver a tomar el control de tu vida
con menos equipaje en la espalda.

Es la oportunidad de volver a tomar el control
de tu vida
con menos equipaje
en la espalda.

Tras ese periodo de sufrimiento tan profundo, es bonito conectarte con la gratitud de todas las cosas que te quedan tras el duelo y también con la gratitud de todo lo que te han servido las experiencias vividas.

Elaborar la emoción de la culpa, muy
presente en procesos de pérdida

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Casi todas las personas que vienen a mi consulta en situaciones de pérdida, se sienten profundamente culpables. Se sienten mal por haber dejado a su pareja, se sienten culpables por no haber pasado más tiempo con el ser querido que se ha ido, se sienten culpables porque empiezan a disfrutar después de una pérdida, … La culpa es una emoción muy importante en los procesos de duelo e independiente de que sea ajustada o no, me gusta acogerla y darle valor.

Puedo ayudarte y guiarte para elaborar la culpa. La culpa es una emoción que se genera en relación, por eso hay que sanarla en relación.

Lo primero es reconocer que es un sentimiento natural

No evitarlo y buscar cuál de estas culpas podrían haberse compensado haciendo otra cosa distinta. Luego hay que trabajar los aspectos negativos que te trae sentirte así y también las ventajas emocionales que sacas con ello, muchas veces inconscientes.

Después buscaremos un acto reparativo para esa culpa y trabajaremos la forma de llevarlo a la acción de forma real o imaginaria. Por último, tenemos que trabajar en perdonarte a ti mismo. Aceptar que somos seres humanos limitados, que fallamos, que nos equivocamos, que a veces no podemos proteger a otros como quisiéramos, que no hacemos las cosas bien.

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Abordar los mecanismos de evitación
y negación del duelo.

Abordar los mecanismos de
evitación y negación
del duelo

En muchas ocasiones acuden a mi consulta personas que han vivido un duelo, han superado o están superando la fase de shock y se encuentran en un momento en el que su cuerpo, su mente, sus emociones o su conducta están dirigidas hacia negar o evitar el dolor.

No quieren hablar de la persona o de los detalles de la ruptura tras una separación, se enfadan mucho con el responsable de un accidente en el que han perdido a un ser querido, tienen creencias de que, si no hablan de lo que echan de menos su país de origen así no van a sufrir, adoptan posturas corporales rígidas que muestran su poca disponibilidad para compartir sus sentimientos, dejan la habitación intacta tras la muerte de un hijo, se emborrachan tras una decepción y una separación de un amigo,…

Las personas tenemos un repertorio de respuestas, que nos ayudan a bajar el nivel emocional, cuando vivimos situaciones difíciles para no desbordarnos. Son normales y adaptativas, pero si permanecen en el tiempo pueden bloquear y complicar el duelo, impidiendo que la persona siga con su vida. Pero no te preocupes, si te sientes atascad@ en esta etapa vamos a abordarlo. Usaré guías de trabajo adaptadas a la situación y al nivel de consciencia que tengas de los mecanismos que usas para protegerte del dolor.

Amor propio y desarrollo de la empatía
con la luz que te da el duelo

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Este proceso de dolor parece que te une de forma especial con el resto de las personas que sufren en el mundo, te permite conectarte profundamente con los demás seres humanos. El dolor te enseña a ayudar a los demás y a mejorar la capacidad de ponerte en el lugar de los otros. Despierta tu compasión por la humanidad. En este sentido me gusta mucho trabajar los rituales si estás de acuerdo. El ritual tiene la fuerza de ayudarte a expresar cosas donde la palabra no llega y como se produce en compañía, favorece una conexión y un acompañamiento de los otros, que no se consigue con el lenguaje.

También tras este proceso podemos trabajar en tu autocuidado, en dedicar más tiempo respecto a ti mismo y en relación con los demás. Es una oportunidad para favorecer estar en el presente, abandonando el pasado y no proyectándose hacia el futuro.

Solo se puede ser feliz si estás en el hoy.

Solo se puede ser feliz
si estás en el hoy.

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Apertura a la dimensión espiritual o
transpersonal de forma natural tras un proceso de pérdida

Después de un proceso de duelo o luto, sobre todo tras la muerte de un ser querido, se puede producir una apertura a la dimensión transpersonal de forma natural. Ves el proceso de transformación tan grande que has sufrido y cuando tratas de darle sentido, se produce un despertar espiritual.

Aceptas que esa experiencia de sufrimiento
que la vida te trae tiene un sentido importante para ti,
aunque mentalmente no parezca tenerlo.

Quiero acompañarte en este despertar y facilitarlo de forma no directiva, sólo si estás preparad@ para ello. Puede ser un buen momento para revisar tu fe, tus creencias o no creencias con la luz que ahora te aporta la experiencia de duelo. Aquí el acompañamiento puede marcar la diferencia.

Si estás en un proceso de duelo, de pérdida, de cambio…
déjame ser testigo y ayudarte a reparar
con la luz que te da ahora esa experiencia de dolor


Tengo mi consulta de psicología en Alcalá de Henares
o si lo prefieres podemos concertar una sesión de psicoterapia online.